Ismael Oliva, presencia sin ausencia
Es Maestra Superior de la Normal de Señoritas de Popayán. Asumió la docencia en instituciones estatales de Educación Primaria y Secundaria.
Escuchó de su madre sobre la vida de su abuelo Ismael y sobre el arte de versificar que él tenía. Luego, leyó la obra inacabada y en borrador, que casi se apaga en el turbión de los años.
Ahora, en este libro, el verbo del escritor lo funde en el crisol de la palabra escrita, bajo la asistencia de Poemia, su casa editorial.
Ella, la educadora, la estudiosa, la compiladora ha realizado otro de sus sueños y el mérito no está en el estudio que se hace, sino en la ubicación del poeta en su contexto, con la dimensión humana, mental y espiritual de quien, como los pocos que escribieron en su pueblo, se dejó conducir por la metáfora, la metonimia o las hipérboles, pero también por los vientos de ensueño en el viaje mortal a lo infinito.
Mery sujetó y contuvo la inspiración de su abuelo, que quería escaparse hacia el olvido. L.F.V.