Graciela Carvajal Rodríguez ha estado vinculada al libro por más de cuarenta años. Lo ha divulgado, pero sobre todo, lo ha leído. Ha ejercido como lectora de pruebas.
El lector de pruebas es una figura clave en el proceso de redacción y publicación de cualquier texto. Su trabajo es revisar minuciosamente el contenido para detectar errores.
El lector de pruebas aporta un “ojo fresco” y neutral, fundamental para detectar detalles que
podrían afectar la profesionalidad del texto y su impacto en el lector final.
De tanto leer libros, de recorrer líneas y párrafos, los dedos y el pensamiento de Graciela, empezaron, desde años atrás, a dibujar ideas llevadas a textos. Escribió una crónica familiar:
El Diablo me dio sobrinos y permanentemente, por hábito, escribe.
Ahora, nos presenta su relato novelado
El manantial de sus ojos. Es un texto humano y solidario, que el lector recorrerá como haciendo camino al andar
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