La verdadera originalidad de una historia no reside en su tema, sino en cómo se narra. Lo que convierte un relato en profundo o superficial, complejo o simple, es la habilidad del escritor para infundir vida a sus personajes y tejer una trama con densidad y ambigüedad. Un tema, por sí solo, no garantiza nada; todo depende de cómo el autor lo transforma en una realidad de palabras cargadas de intención y emoción. Narrar es un acto esencialmente humano, un intento por darle sentido a la vida. Escribir es la manifestación de ese impulso, aunque no siempre resulta sencillo traducir ideas en palabras. Cada una de estas cinco (5) historias surgen de una chispa única, y aunque unas parezcan más potentes que otras, todas tienen algo en común: trascienden lo evidente.
Es en lo que se sugiere, en lo que no se dice, pero se intuye, donde reside la verdadera fuerza narrativa que develan flagelos que consumen nuestra sociedad: el narcotráfico y la ambición. La escritora convierte su experiencia personal en algo universal. Aunque los temas de este libro puedan parecer poco familiares, es precisamente esa extrañeza lo que invita a una reflexión más profunda sobre la condición humana. Estas historias resuenan porque detrás de cada una de ellas está la mirada auténtica del autor, su experiencia vital transformada en palabras que alcanzan a todos.
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